
Dame Señor:
un corazón vigilante, que ningún pensamiento vano me aleje de Tí;
un corazón noble, que ningún afecto indigno rebaje;
un corazón recto, que ninguna maldad desvíe;
un corazón fuerte, que ninguna pasión esclavize;
un corazón generoso, para servir.
Así sea.
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